En Escandinesia, un pequeño estado entre Escandinavia e Indonesia, descubrieron que hace meses un gigantezco tiburón viajaba colado en autobus de la ciudad principal (Escandinesia DF), y se comía a los pasajeros. El ex mundo marino fue descubierto porque al chofer le llamó la atención la notable caída del número habitual de viajantes. Las autoridades de la ciudad esperan que esto no se repita, pero como no pudieron matar al tiburón por las protestas de Greenpis, estudian la posibilidad de contratarlo para que sólo se coma a aquellos pasajeros que viajan de colados sin pagar el pasaje.
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